Emblemática e histórica comarca, con un paisaje natural característico y de gran valor ecológico, que ofrece un terreno ideal para el cicloturismo. Las rutas ciclistas recorren paisajes de montañas, bosques y valles, donde la fauna local y los ríos, hogar de truchas, son parte del entorno. Los ciclistas disfrutarán de un recorrido lleno de historia y tradición, atravesando zonas donde la ganadería y la caza tienen gran influencia. Además, las rutas permiten adentrarse en paisajes donde la trufa y los quesos, elaborados de forma tradicional, se convierten en símbolos de la región, ofreciendo una experiencia única que combina deporte y naturaleza.
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Barrancos y valles encajados entre montañas modelan el paisaje de estas tierras, creando el escenario perfecto para el cicloturismo, con el río Lucena como eje geográfico de la comarca.
La historia de las tierras de Castellón se refleja de manera única en sus paisajes naturales, que ofrecen un entorno ideal para las rutas cicloturistas.
El tapiz de campos de naranjos marca el paisaje de la comarca, ofreciendo una de las rutas cicloturistas más dinámicas de la provincia.
Una tierra bañada por fuentes, barrancos y embalses que constituye un pulmón natural y un lugar idóneo para los deportes de aventura.
Sus municipios del interior ofrecen una red de rutas cicloturísticas que permiten adentrarse en un paisaje agrícola ancestral, donde los olivares y almendros se convierten en símbolos de la tradición de la comarca.
Situada entre los Parques Naturales de la Calderona y la Sierra Espadán, esta región se caracteriza por su amplia red de rutas cicloturísticas que ofrecen recorridos para todos los niveles.
Una tierra bañada por fuentes, barrancos y embalses que constituye un pulmón natural y un lugar idóneo para los deportes de aventura.
